dijous, 10 de gener del 2013

La PARANOIA

Ayer tuve una experiencia relacionada con la entrada en la que confesaba mis pensamientos de muerte. Como de costumbre, quedé con mi novio en que iría yo después de cenar a su casa, para estar un rato juntos y dormir juntos. Hasta ahí bien.





Cuando acabé de prácticas y me iba para casa, me llamó mientras volvía de trabajar, en coche. Eran las 20:26. Lo sé porque lo miré más tarde en el móvil. Total, que llegué a casa, cené con la calma, hice algunas partiditas en el Call of Duty y cuando ya eran las 22:00, le envié un WhatsApp para decirle si le iba bien que fuera ya. Siempre espero a que él me diga algo, por si no está en casa o está con alguien. Para ahorrarme tener que volver a casa, vamos.

Pero llevaba desde las 20:26 sin abrir el WhatsApp. Le llamé al móvil. Sóno muuuucho rato y no lo cogió. Esperé cinco minutos y volví a llamar. Y que no lo cogía, oye. Desesperada y empezando ya a emparanoiarme, le llamé al fijo de casa. Sonaba y sonaba y tampoco lo cogía. Esperé y esperé (seguí jugando al Call of Duty para que la espera se hiciera más corta). Eran las 22:30 y no sabía nada de él y, por alguna razón, lo encontraba raro.

Y entonces llegó mi amiga PARANOIA. Así, de repente, muy rápido: "¿Y si le ha pasado algo? No, no, ¿y si no está en casa? Estará en casa de su madre... Pero, ¿entonces por qué no coge el móvil ni mira los mensajes? ¿Y SI HA MUERTO CON EL COCHE? Hay muchos accidentes en esa carretera, estaba despistado con el móvil... ¡Oh, dios mío, qué voy a hacer! ¿Y si llamo a su madre y pregunto por él? Pero no tengo su número, ¿y si le pido a su padre que me dé el número de su madre? No, no... ¡¡Pero por qué no lo coge?! ¿Me estará evitando? ¿Y si está con otra?"...


Y todo eso en un segundo.

Luego resultó que tenía el fijo sin batería y el móvil en silencio tirado por ahí. Y yo cabreada como una mona. Me enfadé muchísimo, pero me enfadé más conmigo que con él por ser tan despistado. 

En resumen, que se me va la flapa.

2 INTENTOS:

  1. A mi me pasa mucho eso con mi madre. Está todo el día dando el coñazo, pero justo cuando hay alguna cosa importante, jamás coge el teléfono. Y yo también entro en pánico pensando si le habrá pasado algo a mi hermano pequeño... luego acabo cabreada... igualito que tú!
    Un beso.

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    Respostes
    1. Hahaha bueno, al menos veo que no soy la única, ya me siento un poco más aliviada. Supongo que es normal que la mente intente explicar por qué no responden, y siempre nos ponemos en lo peor, para prepararnos haha.

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:)

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